El otoño se quiere despedir
Es domingo y ya amaneció.
Peino ausencias que se me enredaron por el camino.
Se deshizo el diente de león.
Remolinos de arena y vientos, entre tu boca y mi espectro,
desordenan la habitación.
Ha llegado el momento:
el otoño se quiere despedir,
desempolvar sentimientos guardados
en el viejo cajón del porvenir.
Arrebato de ilusión que callas,
dudando primaveras que quieren venir,
y en las horas más calmas,
me quitas sin piedad las agallas.
Mientras vos, dueño del tiempo,
levantas las persianas y sacudís las sábanas.
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