De adentro mío.

Me niego a escribirte.

Me niego a dejar plasmado en un papel 

verdades que no quiero ver.

Verdades que me azotan 

día a día y noche tras noche, 

arrebatándomelo todo:

la energía, la sonrisa, la motivación.

 Son mi monstruo bajo la cama.

No me atrevo a enfrentar a las palabras

que afloran dejando el alma al descubierto; 

la vulnerabilidad al desnudo.

Es como huir del espejo

por temor a ver lo que en él se refleja: 

una persona que no reconocés. 

No me reconozco.

Y me tengo miedo. Lástima también. 

Pero soy yo. 

Aunque esté hecha una piltrafa,

 rota en mil pedazos. Soy yo. 

Sigo siendo yo.

La esencia no desaparece. 

No me la han arrebatado. 

Aunque tenga que reconstruirme. 

Aunque tenga que volver a buscarle 

otro sentido a la vida, otro rumbo. 

Revisar mis ideales. 

Mi esencia está allí. Intacta. Impenetrable.

Sólo le hace falta un poco de mimo, 

un poco de lustre 

y un poco de maderitas para encender la chispa. 

Pero, ese mimo, ese lustre

 y esa maderita viene de mi. 

De nadie más que de mi misma. 

De adentro mío.-


Comentarios

Entradas populares

Buscar en este blog