No, los catastrofistas no fallaron.
"Cualquiera diría al verte
que los catastrofistas fallaron:
no era el fin del mundo lo que venía,
eras tú." (Elvira Sastre)
Estar con él era
como lanzarse de un avión sin paracaídas.
Como beber un sorbo de café:
a veces dulce, a veces amargo;
a veces muy caliente, a veces muy frío;
como quemarse la lengua
después de probar ese mate tan ansiado.
Los catastrofistas no fallaron,
tan sólo se equivocaron contigo.
Yo también me lancé a bailar
con todos los semáforos en rojo,
con el miedo arañándome la espalda,
y tu voz diciéndome
que todo iba a estar bien.
Pero la duda se instaló en aquel viaje,
que prometió mucho... e insinuó tanto.
Luego el reloj se detuvo al pie de esa cama,
que cobijó más silencios que declaraciones de amor.
Y sembramos la despedida.
Nunca sabemos qué beso será el último;
en qué caricia nos empezaremos a olvidar.
Hoy paseo por una ciudad que no duerme
y sólo me acompaña tu ausencia.
Comentarios
Publicar un comentario